Los Signos Zodiacales, ¿Rotunda Farsa o realidad vigente?
¡Muy buenas a todos!
Permítanme saludarlos cordialmente mis estimados lectores, quería también agradecerles por pasarse a leer un poco sobre temas de interés general que aquí presento, pónganse cómodos y disfruten de presentarles esta nueva entrega.
¿Qué hay con los signos Zodiacales?
Mucha gente no sabe realmente de que se trata este interesante tema, y en vísperas de un debate que se me planteo con un grupo de amigos, me tomé la molestia por hacer mis investigaciones. Yo, que me mostraba escéptico ante el tema desde el comienzo, tenía algunos argumentos para debatir la postura zodiacal, pero solo eran vagos conocimientos que tenia de antes y mis contra debatientes aparentemente no tenían muchos argumentos para defenderla, sin embargo, mi curiosidad se vio prendida y corrí a hacer mis prontas investigaciones tomando en cuenta opiniones complacientes a la idea zodiacal, hechos astronómicos y opiniones en contra de esta creencia.
¿Cuáles fueron mis investigaciones?
Tras comunicar el origen de mi curiosidad en el tema, prosigo a compartir mis conclusiones con ustedes, las separaré en fragmentos para hacer más entendible casi cronológicamente hablando mi punto de vista y teoría planteada a raíz de los datos analizados, ¡Acompáñenme!
Origen de los Signos Zodiacales:
Este planteamiento fue ingeniado por los babilonios hace 3,500 años, y era en
principio una forma de ver el universo que les rodeaba; era una pronta
respuesta al origen de los astros y un orden temprano para dar a lo que se veía
más allá del cielo en la tierra en algo que definían como bóveda celeste. Estos
conocimientos fueron transmitidos a culturas venideras, tales como los egipcios
y los griegos, estos últimos fueron quienes le acuñaron el sentido teológico a
la idea zodiacal y se encargaron de moldearla como la conocemos hoy en día.
Cada uno de los 12 Signos Zodiacales está respaldado por una constelación
representada en un animal, así fue configurada en Grecia la popular idea del horóscopo.
Todos estos orígenes son de naturaleza interpretativa y nacen de las creencias
religiosas de aquel entonces, no especificare porque no viene al caso, pero el
origen de las constelaciones griegas está sentado en relaciones entre los
Dioses de esta cultura.
¿Qué son las constelaciones?
Para hablar de todo este tema debemos aclarar qué son las constelaciones; ya
que este concepto es uno de los principales respaldos de las ideas zodiacales.
Las constelaciones son líneas trazadas entre los astros del cielo que parecen invariables
en nuestro firmamento, estos trazados son arbitrarios y están sujetos a la
cultura que los ideó, no son comunes a todas las culturas que trataron de
interpretar las estrellas y son el resultado de la mera imaginación de quien
los veía, así que lo que tenemos como signos zodiacales y constelaciones son
meros dibujos en el cielo de una cultura de hace más de 3,000 años, nada científicamente
exacto.¿Qué pretende el horóscopo?
¿Qué cálculos son tomados a la hora de hacer una Carta Astral?
Bueno, no es tan
fácil como parece, y es que, el horóscopo es mucho más que esas frases genéricas
que pretenden complacer y pseudo identificar a quien las lee; existe un cálculo
realizado por quienes realizan estos trabajos para pretender ser exactos en lo
que practican. Las variables de los cálculos toman en cuenta la posición de las
estrellas incluso al momento de nacer, por lo que para hacer este proceso, es
necesario incluso saber la hora exacta del nacimiento de quien se pretende
presagiar, de modo que esto no es un tema a la ligera, es todo lo contrario, un
personificado intento de dar respuestas a la duda de qué será del mañana.¿Qué dice la ciencia al respecto?
1. Sus cálculos están obsoletos.
2. No toman en cuenta los Movimientos de la tierra.
Son 4, El movimiento de rotación que nuestro planeta hace de Oeste a Este, el
Movimiento de traslación que hace nuestro planeta al orbitar el Sol, el
Movimiento de Nutación que es el movimiento de peonza que hace nuestro planeta
al girar sobre un eje vertical, tal como lo hace un trompo y el movimiento de precesión,
que es como el nutación pero desde el ángulo contrario. En fin, estos factores
obviamente eran desconocidos para los griegos y los babilonios hace 3,500 años,
lo que supone que todo lo que plantearon simplemente está mal, no puede ser
aplicado para hacer cálculos exactos si se pretende medir cualquier tema
referente al espacio, lo que nos lleva al siguiente punto.
3. Las estrellas y constelaciones tienen medidas incorrectas.
Los Astrólogos, cuando hacen el plano astral con la bóveda celeste, (concepto
que nace de una teoría geocéntrica donde la tierra es plana y es el centro del
universo) suponen que todas las constelaciones tienen tamaños sino similares,
iguales; esto es claramente erróneo porque primero que todo, esas estrellas se
tienen por mínimo millones de años luz de distancia las unas a las otras,
incluso entre ellas a nosotros, todas tienen distancias diferentes, a
diferencia de lo que se pensaba, no están todas en medidas iguales de distancia
entre ellas y nosotros, todo lo contrario, cada estrella que conforman los dibujos
tienen incluso tamaños diferentes en composición, haciendo que para mediciones
reales, hayan signos zodiacales cuyo periodo debería tener periodos muy cortos,
contra otros que deberían tener más largos periodos, lo que dejaría por ejemplo; a los Escorpio un
periodo de aproximadamente 5 días para nacer de ese modo, dentro del cálculo astrológico
con los números reales, mientras que otras constelaciones tendrían periodos más
extensos.
4. Al no tomar en cuenta la rotación del planeta, no tomaron en cuenta:
Que cada año que pasa, los días en su exactitud se ven alterados en su posición
respecto a las estrellas y respecto a nuestro calendario, este hecho hace que
por ejemplo, si este año cae 24 de diciembre un sábado, el año entrante será un
Domingo, y así ocurre también con la posición de las estrellas respecto al
planeta durante los años, de modo que es imposible que durante 3,500 años algún
signo zodiacal siga teniendo la misma fecha de ‘’conexión’’ con los astros,
todos deberían estar muy corridos de su posición original, dejando los actuales
estándares de catálogo completamente anticuados, debido a que si se prende
generar una conexión estelar con nuestro nacimiento, la fecha actual no tiene nada
que ver con la estrella a la que teóricamente se apunta, solo es una etiqueta
sin fundamentos astronómicos reales, esto nos abre paso a la siguiente critica.
5. Como la tierra no es ni plana ni el centro del universo, es imposible
calcular que una cara le dé a las estrellas en un tiempo determinado en la forma en la que el horóscopo plantea:
No logré entender que fundamento usan para conectar la tierra con el ‘’ciclo’’
de las ‘’casas’’ estacionales con las que definen a los signos zodiacales, pero
logré intuir que, debido a que respecta a una teoría geocéntrica, se supone
que, como si de un rejo que marca una hora, la tierra marca una ‘’casa zodiacal’’
que se representa en la bóveda celeste que se sobre pone sobre el concepto de
tierra que tienen, de modo que en vista de que la tierra es una esfera que da
vueltas por su estrella, que a su vez da vueltas por la galaxia, aunque en el
firmamento veamos las estrellas que dibujan las constelaciones, no podemos
asegurar que esto será una eterna realidad por la cual basar nuestro futuro,
3,500 años han ocurrido desde esos cálculos, y aunque en nuestro planeta es
mucho tiempo, en fechas astronómicas, no es nada, lo que vemos es la luz que es
enviada por los cuerpos celestes durante millones de años, recordemos que la
luz tiene una velocidad, y lo que vemos es su espectro, esto nos lleva al
siguiente punto.
6. El tiempo en la tierra corre independiente al tiempo en el espacio.
Los astrólogos no toman en cuenta la teoría de la relatividad y es aquí cuando ya es casi totalmente derrumbado cualquier planeamiento de la astrología, la cual se rige por cifras inciertas, medidas inexactas, teorías primitivas e ignorando hechos actualmente bien sabidos. El tiempo que percibimos dentro de nuestro planeta es muy diferente al tiempo en el espacio, lo que nos deja a saber que estas conexiones energéticas sugeridas por la astrología no tienen mucho pie, puesto que es muy difícil hablar de correlación entre las estrellas en nuestra vida, aun suponiéndonos que las estrellas dictan nuestra vida, intentar hacer estos cálculos resulta imposible, y menos si se intentan hacer compatibles con las teorías clásicas del zodiaco. Aun los lanzamientos al espacio de las agencias espaciales tienen mediciones que consideran la variación de los cuerpos celestes de nuestro vecindario, y es muy difícil calcular trayectorias exactas, lo cual requiere de cálculos matemáticos altamente complejos y trabajos de equipos completos de físicos y astrónomos para determinar el movimiento de asteroides, estrellas y planetas.Este tema es muy extenso, ¡y eso que solo hable desde el punto de vista de la ciencia! Me ha faltado hablar del punto de vista social y psicológico, ramas que también tienen algo que decir sobre este tema esotérico que muchos practican para tratar de dar sentidos a la vida que en mi opinión no son necesarios, claro, allá cada quien que cree lo que quiera, pero marquemos las cosas como son, la astrología es y será siempre esoterismo, nada exacto para que tenga que ser aceptado por la comunidad científica o por quienes prefieren creer en pruebas antes que en planteamientos que suponen además creer en su origen teista, porque no me parece justo tomar de los griegos solo su astrología y no tomar lo que consideraron ellos su origen, o sea, el tema de las divinidades que luchaban en el cosmos entre sí y que en sus historias creaban las constelaciones, esto si nos suena un disparate pero lo otro no, ¿verdad que suena raro?
Espero no haber ofendido a nadie, solo traté de dejar todo lo más claro y crudo posible, por mi parte prefiero vivir lo más escéptico posible, para tener de ese modo lo que considero una mejor objetividad, basándome más que todo en pruebas antes de en cosas que suenen bonitas.
¡gracias por leerme y tolerarme! Nos vemos en una siguiente entrega.
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